Compramos cada vez más por Internet. Es rápido, cómodo y a menudo más económico que comprar en una tienda física, especialmente en fechas señaladas. Y la facilidad para comparar precios entre varias tiendas es absoluta.
Pero este tipo de compras entraña riesgos de los que no siempre somos conscientes. Los datos personales y bancarios son una presa atractiva para los cibercriminales, quienes urden toda clase de artimañas con tal de sustraerlos.
Toma las 10 precauciones básicas que explicamos a continuación y tus compras en línea serán mucho más seguras y relajadas. Y evitarás sorpresas desagradables en el extracto de tu tarjeta de crédito...
1. Actualiza navegador, plugins y antivirus
Para realizar tus compras en línea necesitarás usar un navegador web : es importante que sea moderno y esté actualizado a la última versión. Eso incluye los plugins y accesorios, como Flash Player o Java, fuente de numerosas vulnerabilidades.
Tener un antivirus instalado y al día añade una capa de protección importante. La mayoría de los antivirus gratuitos y de pago incluye módulos anti-phishing y reputación web que, si bien no detectan todas las amenazas, ayudan a estar alerta.
2. Planifica las compras de antemano
La facilidad con la que se pueden comprar bienes y servicios en Internet hace que a veces compremos cosas sin pensarlo. ¿Harías lo mismo en una tienda física? No: dedicarías más tiempo a mirar los escaparates y preguntar a los vendedores.
A la hora de buscar productos, recomendamos que uses buscadores de ofertas, como Googel Shopping, Kelkoo o Twenga. Además de agrupar las ofertas de muchas tiendas, se preocupan para que las ofertas cumplan requisitos mínimos de seguridad.
3. Comprueba las políticas de comercio electrónico de la página
¿Son la página o el vendedor de fiar? Para investigar, el primer paso consiste en buscar el apartado Quiénes somos, que en España es de obligado cumplimiento gracias a la Ley LSSI.
VeriSign, Trust-e, Confianza Online... La presencia de estos sellos (sin falsificar) es una garantía de calidad
Infórmate también sobre las condiciones de compra, lee las preguntas frecuentes si las hay (FAQ) y en la duda contacta con su servicio de atención al cliente.
4. Usa un buscador de reputación de sitios web
Una forma alternativa de comprobar la reputación de una página es usar la web WOT, que analiza la peligrosidad de cualquier sitio web a partir de las valoraciones de usuarios. La falta de resultados tampoco es una buena señal.
Otros buscadores similares son McAfee SiteAdvisor y Norton Safe Web. El servicio Webutation agrupa varios de ellos para ofrecer un resultado único. Aunque estas valoraciones no sean siempre concluyentes, ayudan a elegir.
Webutation agrupa resultados de Google Safebrowsing, SafeWeb, WoT e incluso enlaces desde la Wikipedia
5. Date de alta como usuario
Hay páginas web que permiten comprar sin registrarse, pero ese minuto que se ahorra al saltar el alta se puede convertir luego en una pérdida de dinero. Y es que si por algún motivo tus datos se perdieran, no quedaría constancia de tus compras.
Regístrate pues siempre que puedas, pero no proporciones ningún dato de facturación hasta el momento mismo de pagar. En ningún caso la información de pago debe solicitarse durante el proceso de alta de un nuevo usuario.
6. Comprueba que la conexión sea segura
Antes de pagar, conviene que te fijes en la barra de direcciones: la página en la que vayas a introducir los datos de tu tarjeta de crédito debe usar el protocolo seguro HTTPS. El candado al lado de la dirección indica que la conexión es cifrada, y que por lo tanto la posibilidad de que alguien intercepte los datos son mínimas.
En Chrome, haz clic sobre el icono de candado para saber más sobre una página
Por otro lado, procura siempre efectuar las compras desde una red segura y protegida (si te conectas vía WiFi, blinda la conexión). El uso de un cortafuegos asegura que los datos no transiten por donde no deben.
Otra opción interesante, sobre todo de cara a evitar phishing y páginas engañosas, es comprar desde las aplicaciones oficiales para móviles, aunque solo un puñado de tiendas online las tiene.
7. Usa teclados virtuales al introducir datos bancarios
Puede que la conexión sea segura pero tu PC no tanto. Y puede que desde el PC con el que te conectas, o desde la página que has cargado, algo esté capturando las pulsaciones de teclado.
A este tipo de programas se les conoce como keyloggers, y aunque sean legales, se pueden usar para fines poco lícitos, como robar contraseñas y datos personales que teclees.
Lo mejor que puedes hacer para evitar esto es recurrir a un teclado virtual. El antivirus Kaspersky incluye uno, pero también puedes usar el teclado virtual de Google o la extensión Keylogger Beater para Firefox.
8. Usa un método de pago seguro
Cada banco tiene sus propios mecanismos de seguridad para evitar fraudes, pero tú también puedes poner de tu parte. Solicita una tarjeta de crédito / débito que puedas recargar o asociar a una cuenta que no sea la de tus ahorros.
El numero CVV se usa en cada vez más pagos electrónicos para evitar fraudes
Otra opción muy válida es efectuar las compras a través de servicios como PayPal, que evitan que debas introducir directamente el número de tu tarjeta en un sitio web.
Por otro lado, jamás proporciones tu número de tarjeta por teléfono, FAX o correo electrónico, ni siquiera si te fías de tu interlocutor. Es una cuestión de principios: los datos sensibles deben poder transmitirse por un canal seguro.
9. Guarda una copia de todo
Una vez que has comprado, guarda todos los recibos electrónicos y transacciones, ya sean correos, archivos PDF o números de referencia. Si la tienda solo muestra una página HTML, descárgala al disco duro: es una prueba.
Otra buena idea es verificar los extractos de tu tarjeta de crédito y movimientos de la cuenta corriente. Es más sencillo si usas una interfaz de banca electrónica o una aplicación oficial de tu banco.
En caso de fraude, toda esa documentación te servirá para reclamar o presentar una denuncia ante las autoridades competentes (desde la misma página web hasta la policía, pasando por las oficinas de atención a los consumidores).
10. Comprueba el estado y autenticidad de los productos
Has pagado, esperado y finalmente recibido el artículo que querías. Pero ¿es exactamente lo que querías? Antes de abrir nada, sácale fotos al paquete y al producto mientras lo sacas del envoltorio. Si puedes hacer un vídeo, mejor todavía.
Historias como esta suceden constantemente. Es un fraude tan viejo como la Humanidad.
Una vez que tienes el producto en tus manos, procura cerciorarte de su autenticidad y calidad antes de usarlo o de romper cualquier elemento de empaquetado. Mira el número de serie y comprueba si lo prometido en la página es cierto.
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